Capítulo 41

—Sí, sobre nada de luces apagadas—.

Él hundió la nariz en su pelo y respiró su aroma.

—Muero por verte desnud4, nena— Él le fue quitando la ropa mientras hablaba.

—Muerdes tu labio inferior cuando te excitas, tu piel se eriza siempre que te toco— Le desabrochó el sostén y la volteó para mirarla. — Cuando te hablo, te sonrojas deliciosamente como ahora ¿Eres consciente de eso?—.

Audra sentía una fuerte corriente recorrerla y que sus piernas le temblaban.

Él se agachó delante de ella para bajar su ropa interior, la respiración de Audra se volvía forzosa, Alexander metió su pulgar en ella.

—Estás tan húmeda— Los músculos alrededor de su dedo se tensaron, ella se aferró a sus hombros mientras un gemido salía de sus labios. —Y muy apretada—.

—Alexander, por favor— Fue solo un susurro, pero esa voz entró en sus sentidos como una tempestad y no pudo resistir, la cargó y la llevó a su habitación.

Él no solía ser suave con ella, eso era algo que ambos disfrutaban, ella lo volvía loco y tendí
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