Audra tiene 17 años, sus padres murieron en un accidente cuando tenía 13, la única "familia" que le quedaba es su abuela materna. A la señora le disgustó que su hija se casara con alguien de orígenes humildes, así que la chica se fue con su esposo a Estados Unidos lejos de ella, nunca le ha interesado conocer al fruto de lo que ella consideró una desgracia. Alexander tiene 29 años, es un Navy SEAL con una carrera brillante en la armada de los Estados Unidos, sus padres tienen un matrimonio de 30 años, cuatro hijos varones de los cuales él es el mayor. Estuvo con muchas mujeres, pero solo se llegó a comprometer con una, qué terminó traicionándolo. En los últimos años no ha tenido interés en estar con nadie, se enfocó en su trabajo y en liderar con éxito su unidad.
Leer másAudra tiene 17 años, sus padres murieron en un accidente cuando tenía 13, la única "familia" que le quedaba es su abuela materna, a la señora le disgustó que su hija se casara con alguien de orígenes humildes, así que la chica se fue con su esposo a Estados Unidos lejos de ella, nunca le ha interesado conocer al fruto de esa desgr4c!a.
Una amiga de la madre de Audra, que era una buena abogada, envió a la niña a un internado, del cual salió antes de la mayoría de edad por sus excelentes calificaciones. Audra no suele hablar de sus padres, de su abuela mucho menos, alberga un dolor constante que lastima su alma, pero es la viva imagen de su madre, su carácter y su determinación, ahora con un trabajo, los estudios de la universidad y una vida que cuidar, se considera responsable de tomar y hacer frente a todas sus decisiones. Los hombres son extremadamente amables y serviciales con ella, no le prestaba atención a esas cosas, es de estatura baja, pelo rojo y muy largo, los ojos verdes y la piel tan blanca como la leche. Las personas la ven como una delicada rosa, se les olvida que ellas también tienen espinas. Alexander tiene 29 años, es un Navy SEAL con una carrera brillante en la armada de los Estados Unidos, sus padres tienen un matrimonio de 30 años, cuatro hijos varones de los cuales él es el mayor. Estuvo con muchas mujeres, pero solo se llegó a comprometer con una, qué terminó traicionándolo. En los últimos años no ha tenido interés en estar con nadie, se enfocó en su trabajo y en liderar con éxito su unidad. ........................................................................................................................... SOUNDTRACK: Stay Alive * Jung Kook - Prod. SUGA of BTS ........................................................................................................................... Lunes por la tarde, en el trabajo... —Hola ¿Cómo estás?—. Miranda se inclina en el pequeño escritorio de la muchacha. —Muy bien ¿y tú?—. Audra saluda cariñosamente a la que era amiga de su madre. —Bien y mejor porque esta mañana hablé con Fernando, me dijo que está muy contento con tu desempeño y que para ser tan joven eres muy entregada a tu trabajo— sonríe. —No quiero que tenga ninguna queja mía, me gusta aquí—. —Tus padres estarían orgullosos—. Audra se había puesto a catalogar unos documentos, levantó la vista y le sonrió tristemente. —No te creas que es fácil, pero tú me dijiste una vez "que nadie había dicho que lo sería". —Jajaja siii eso sí es verdad, me lo decía mi padre todo el tiempo, bueno Audra me voy, tengo audiencia—. Se aleja rápidamente y entra al ascensor, Audra pensó que no hubiese hecho nada sin ella. Ese mismo día a la hora de salida ve a Ethan, este trabajaba de abogado en la firma, tenía 26 años. En los meses que llevaban trabajando en el mismo lugar siempre se las arregla para visitar el área de ella, estar pendiente, era guapo y encantador. Salían de vez en cuando, como amigos. —Hola, mi pequeña—. le dedica una de sus radiantes sonrisas. —Que no me digas así—. Ella le pega con el codo y él hace como que le dolió muchísimo. —jjj pero si es de cariño... te invito a cenar, hace tiempo que no me aceptas una invitación. —Sabes que tengo clases y no puedo faltar—. Le dice amablemente y sigue caminando, él la alcanza y le coloca un brazo encima de los hombros. —Te llevo, tengo el auto aquí cerca—. Tenía la mirada de cachorrito a medio morir y ella terminó aceptando. A medio camino él habló nuevamente. —El sábado los de la oficina iremos al club, ¿Por qué no vienes? Ya son muchos no en este mes ¿No te parece? pensaré que ya me tienes remplazo—. —Sí, claro—. lo miró divertida. —Tengo una reunión con el equipo allá, puedes ir y disfrutar del ambiente—. El cambió de tema, ahora hablaba de sus salidas al restaurante del momento y que quería un auto nuevo, aunque este, no hacía ni dos meses que lo había comprado. Al llegar a la universidad él se inclina y le da un beso cerca de los labios, siempre se las ingeniaba para acercarse demasiado, ella era consciente de que llamaba mucho su atención. —Ya tengo que entrar, nos vemos mañana en la oficina—. —Nos vemos mañana y espero que el sábado puedas ir—. Pasa su mirada por todo su cuerpo. —Está bien, iré. Sonríe complacido, mientras la ve salir del auto. Ethan se fue de viaje de negocios el martes y Llegó el sábado para ir al club, la llamó por teléfono. —Hola preciosa, estoy aquí abajo—. —Hola, ahora salgo—. Él al igual que la mayoría de los que la conocían, no sabían que ya sus padres no estaban, simplemente no hablaba de ellos, las dos chicas con las que vivía en el apartamento estaban en prácticas de enfermería y trabajaban toda la noche, los fines de semana estudiaban inglés y salían con chicos, entre semana cada quien limpiaba lo que le tocaba de la casa, se veían poco, si Ethan sabía que no había obstáculos no la dejaría en paz y ella pensaba que quizás se dejara convencer. Unos minutos después bajó, se saludaron afectuosamente, se inclinó a darle un beso amistoso en la mejilla, en el último minuto él giró la cara y terminó besando sus labios, él profundizó el beso y las cosas se fueron calentando, cuando le acarició uno de sus sen0s por encima de la ropa, ella se alejó un poco. —Está bien, está bien.... es que te ves uff... —. La mira de arriba abajo, con malicia. —Para comerte—. Audra tenía un vestido naranja que a su piel le sentaba muy bien, era corto, no llevaba un bikini, ella solo quería sentir el sol y pasear un poco, tenía en el bolso otro vestido para venir, más cubierto. —Vámonos—. La ayuda a subir al auto, después de un rato dice: —Nunca me has invitado a pasar a tu apartamento o he conocido a tus padres—. La mira rápidamente y regresa su atención al camino. —Ellos no están—. Simplemente dijo. — Mikena y Lina siempre tienen el lugar lleno de amigos en grupos de estudios—. Mentalmente se dijo mentirosa mil veces—. ¿Y los tuyos ya regresaron al país? Ella tampoco había conocido a sus padres.*Era Domingo, Alexander y Audra salieron desde por la mañana con los niños, fueron a su lugar favorito. Llevaron una enorme manta acolchada, cojines y comida, pretendían pasar todo el día disfrutando de la naturaleza. Una sorpresa agradable para ambos padres, era ver que sus hijos disfrutaban de ese lugar tanto como ellos.—Liam, Alejandro, vengan a comer— Audra llamó a sus hijos después de haber servido el almuerzo.Sus dos bebés dejaron la pelota y se sentaron sobre la manta junto a su papá, que ya estaba comiendo.—Esto sabe muy bueno—.—Se nota, es tu tercer plato, amor—.—Quiero más—.—Nos comerás a nosotros cualquier día—. Alexander la miró con una enorme sonrisa.—Y tienes razón— Era notorio que no se refería a la comida.Audra le devolvió la sonrisa y desvío su atención a los niños, su cara estaba toda ruborizada. A él le encantaba que, pese al tiempo juntos, todavía pudiera provocar ese tipo de reacción en ella.Audra después de terminar de darle su comida a Ilona y comer el
*El día de la inauguración de la empresa de Alexander con Lucas como socio llegó, decidieron hacer una celebración entre amigos y familia, escogieron un salón de eventos donde había suficiente espacio para que los niños fueran y vinieran como se les hizo costumbre hacer.Audra se encontraba en una mesa a un lado del salón, estaba hablando con Sofia y Elissa, podían observar a los niños y a la gente que asistió, ella tenía a la pequeña Angela Ilona de ocho meses en sus brazos, su hija. Audra le puso el nombre de su madre y el de Angel, este al escuchar que le pondrían el suyo en femenino, se quedó sumamente conmovido, estaba loco por sus nietos. En ese momento él y Eleonor estaban hablando con unos amigos.En la fiesta se encontraba Mikena y su esposo, tenían una pequeña de cuatro añitos. Por la inauguración, Miranda vino del extranjero y se trajo a Mark.Ignacio bailaba con su esposa, se había casado con Lisa, su amiga de la universidad, hace un par de meses. Cerca de ellos, bailaba
Al momento de regresar a su casa, Alexander dejaría a Lucas de camino.—Ni siquiera habían tramitado nuestra salida, pensé que ese tema, a estas alturas, estaría resuelto— Decía Lucas al tiempo que enviaba un mensaje a su esposa para avisarle que ya iban de regreso.—No tienen relevos para que ocupen nuestros lugares como el primer equipo, los reclutadores son unos completos incompetentes—.—Creí que el segundo escuadrón asumiría los puestos—.—El problema es que no hemos tenido bajas, se han estado confiando y al dejar el equipo todos al mismo tiempo, ha quedado en evidencia su dejadez, no van a ascender a primera línea a un grupo preparado únicamente para dar apoyo y más si ese equipo sí ha tenido bajas a lo largo de los años, tienen una liga de veteranos y novatos que no han sabido compenetrarse, el comandante fue brutalmente honesto cuando me dijo que no pueden sustituirnos tan rápidamente—.—¿Qué te dijeron?—.—Quieren qué le ayudemos a reclutar nuevos elementos y que los prepare
—No te desmorones, esa fe tan grande con la que me ayudaste, no la pierdas ahora—.Audra cerró la llamada, para la mujer del otro lado, no era mucho lo que se podía hacer, agradecía si Audra oraba por ella, sentía que las paredes de su casa se le cerraban encima, tenía que aparentar delante de sus hijos para que no llamaran la atención de nadie en la escuela, pensaban que su papá se fue de viaje con el más pequeño de la casa porque estaba enfermito y lo llevaría a la clínica donde antes trabajaba ella, las preguntas no terminaban pues ellos nunca se habían separado antes, tenía que inventar mentiras tras mentiras y eso le rompía el alma.Audra cortó la llamada e inmediatamente llamó a Alexander.—Justo ahora voy a salir para ir a recogerte, mi vida—.—Mi amor, Ana consiguió que la clínica le diera el número de Josephine hace días, le habían dicho que ella pidió un traslado a otra ciudad, la he llamado en varias ocasiones a lo largo de la semana y no lograba comunicarme, hoy por fin lo
—Le mostramos todas las aristas, ella ha tomado su decisión—.—Es una mujer increíble, con ella los proyectos venideros serían a mayor escala. Por lo menos, sus padres tendrían algo que decir sobre que pretenda tirar la toalla—.Ignacio logró ver en su amigo, el interés especial que tenía en su hermanita, sabía que en lo que lleva en la oficina, Audra y él trabajaban juntos frecuentemente, podría ser que albergara un sentimiento distinto al de colegas por ella y no le extrañó, Audra era asombrosa.Él respiró despacio, todos en su familia eran súper protectores con ella, sobre cuidarla y brindarle todo el cariño que ella necesitara, era recíproco porque ellos también la necesitaban a ella, de igual manera, la respetaban.Ignacio se enderezó en su silla, junto las manos sobre su escritorio y decidió ser lo más sincero que se podía con Paulo, porque entendió que, en parte, él se preocupaba por ella, él era un ser humano muy valioso desde su experiencia.—Mi hermana es verdaderamente extr
—Llamé a mi madre antes de entrar al restaurante y sí, están durmiendo, si quieres nos iremos a quedar con ellos allá o los traemos, como quieras, pero antes...La besó con urgencia, la apretaba a su cuerpo agarrándola por las caderas de nuevo.—Necesito hacerte el amor—.Los ojos de ella se oscurecieron y eso le aceleró el pulso al extremo, Alexander abrió su blusa y bajó el cierre de su falda, dejando ver que llevaba una preciosa lencería debajo, rompió la fina tela de su ropa interior, la acostó en el sofá y reclamó su cuerpo.—Tengo... que decirte... algo más— Audra no podía esperar, desde que lo vio deseaba decírselo.Él le quitó el sujetador, saboreaba la suave piel rosácea de sus sen0s, levantó la cabeza y pegó su frente con la de Audra sin dejar de mecer su cuerpo contra el de ella.—Tienes... Toda mi atención— Sus movimientos eran cada vez más salvajes.No pudo resistirse a sus labios y la besó. Cuando ella tuvo la oportunidad, lo soltó de golpe.—Estoy embarazada—.Él la mir
Último capítulo