—No te desmorones, esa fe tan grande con la que me ayudaste, no la pierdas ahora—.Audra cerró la llamada, para la mujer del otro lado, no era mucho lo que se podía hacer, agradecía si Audra oraba por ella, sentía que las paredes de su casa se le cerraban encima, tenía que aparentar delante de sus hijos para que no llamaran la atención de nadie en la escuela, pensaban que su papá se fue de viaje con el más pequeño de la casa porque estaba enfermito y lo llevaría a la clínica donde antes trabajaba ella, las preguntas no terminaban pues ellos nunca se habían separado antes, tenía que inventar mentiras tras mentiras y eso le rompía el alma.Audra cortó la llamada e inmediatamente llamó a Alexander.—Justo ahora voy a salir para ir a recogerte, mi vida—.—Mi amor, Ana consiguió que la clínica le diera el número de Josephine hace días, le habían dicho que ella pidió un traslado a otra ciudad, la he llamado en varias ocasiones a lo largo de la semana y no lograba comunicarme, hoy por fin lo
Al momento de regresar a su casa, Alexander dejaría a Lucas de camino.—Ni siquiera habían tramitado nuestra salida, pensé que ese tema, a estas alturas, estaría resuelto— Decía Lucas al tiempo que enviaba un mensaje a su esposa para avisarle que ya iban de regreso.—No tienen relevos para que ocupen nuestros lugares como el primer equipo, los reclutadores son unos completos incompetentes—.—Creí que el segundo escuadrón asumiría los puestos—.—El problema es que no hemos tenido bajas, se han estado confiando y al dejar el equipo todos al mismo tiempo, ha quedado en evidencia su dejadez, no van a ascender a primera línea a un grupo preparado únicamente para dar apoyo y más si ese equipo sí ha tenido bajas a lo largo de los años, tienen una liga de veteranos y novatos que no han sabido compenetrarse, el comandante fue brutalmente honesto cuando me dijo que no pueden sustituirnos tan rápidamente—.—¿Qué te dijeron?—.—Quieren qué le ayudemos a reclutar nuevos elementos y que los prepare
*El día de la inauguración de la empresa de Alexander con Lucas como socio llegó, decidieron hacer una celebración entre amigos y familia, escogieron un salón de eventos donde había suficiente espacio para que los niños fueran y vinieran como se les hizo costumbre hacer.Audra se encontraba en una mesa a un lado del salón, estaba hablando con Sofia y Elissa, podían observar a los niños y a la gente que asistió, ella tenía a la pequeña Angela Ilona de ocho meses en sus brazos, su hija. Audra le puso el nombre de su madre y el de Angel, este al escuchar que le pondrían el suyo en femenino, se quedó sumamente conmovido, estaba loco por sus nietos. En ese momento él y Eleonor estaban hablando con unos amigos.En la fiesta se encontraba Mikena y su esposo, tenían una pequeña de cuatro añitos. Por la inauguración, Miranda vino del extranjero y se trajo a Mark.Ignacio bailaba con su esposa, se había casado con Lisa, su amiga de la universidad, hace un par de meses. Cerca de ellos, bailaba
*Era Domingo, Alexander y Audra salieron desde por la mañana con los niños, fueron a su lugar favorito. Llevaron una enorme manta acolchada, cojines y comida, pretendían pasar todo el día disfrutando de la naturaleza. Una sorpresa agradable para ambos padres, era ver que sus hijos disfrutaban de ese lugar tanto como ellos.—Liam, Alejandro, vengan a comer— Audra llamó a sus hijos después de haber servido el almuerzo.Sus dos bebés dejaron la pelota y se sentaron sobre la manta junto a su papá, que ya estaba comiendo.—Esto sabe muy bueno—.—Se nota, es tu tercer plato, amor—.—Quiero más—.—Nos comerás a nosotros cualquier día—. Alexander la miró con una enorme sonrisa.—Y tienes razón— Era notorio que no se refería a la comida.Audra le devolvió la sonrisa y desvío su atención a los niños, su cara estaba toda ruborizada. A él le encantaba que, pese al tiempo juntos, todavía pudiera provocar ese tipo de reacción en ella.Audra después de terminar de darle su comida a Ilona y comer el
Audra tiene 17 años, sus padres murieron en un accidente cuando tenía 13, la única "familia" que le quedaba es su abuela materna, a la señora le disgustó que su hija se casara con alguien de orígenes humildes, así que la chica se fue con su esposo a Estados Unidos lejos de ella, nunca le ha interesado conocer al fruto de esa desgr4c!a.Una amiga de la madre de Audra, que era una buena abogada, envió a la niña a un internado, del cual salió antes de la mayoría de edad por sus excelentes calificaciones.Audra no suele hablar de sus padres, de su abuela mucho menos, alberga un dolor constante que lastima su alma, pero es la viva imagen de su madre, su carácter y su determinación, ahora con un trabajo, los estudios de la universidad y una vida que cuidar, se considera responsable de tomar y hacer frente a todas sus decisiones.Los hombres son extremadamente amables y serviciales con ella, no le prestaba atención a esas cosas, es de estatura baja, pelo rojo y muy largo, los ojos verdes y l
—No, estarán fuera un mes más, son iguales a los tuyos, casi nunca los veo—. Casi nunca, no era lo mismo que nunca en definitivo, pensó ella, mientras se agarraba el pelo en una coleta.Llegaron al club.—Mí equipo está en esa zona de allá—. Hace un ademán con la cabeza —si necesitas algo me dices, nos vemos luego, mi pequeña—. Le sonríe y se aleja.Quedó de verse con Sofía cerca de la piscina, era la recepcionista de la firma, ambas se hicieron buenas amigas, Sofía la ve y va a su encuentro.—Hola—. Las chicas se abrazan.—Hola Sofi ¿Cómo estás?—Muy bien, siempre había querido entrar a este club—. Dice alegremente. —ven, nos podemos sentar cerca de la piscina—.—Es muy bonito—.—Y exclusivo, solo se puede entrar con invitación de los socios. Por eso te dije que aceptaras venir cuando me contaste, esto no se ve todos los días, además no quería estar sola. ¿Cómo va con él?—. Mira hacia donde está Ethan. —No hemos tenido tiempo de hablar últimamente—.—Sabes que solo somos amigos. Vin
—Pues me alegro, tienes tiempo queriendo pasar con él más que unas horas, a Ethan lo vi por ahí, también se está despidiendo—. ¡Y de qué manera! Piensa ella. —¿Y ustedes de aquí se van a...La mira sugerentemente. —Nada de eso—. No la dejó terminar. —Mujer sensata... Sabes, Miguel se me quedaba mirando con una carita, amiga—. Suspira. —hablaré con José de nuevo a ver con que sale ahora, tenemos diez meses y nada que se separa—. Desde el principio él le dijo que era prácticamente un hecho su divorcio, que le diera poco tiempo para concretar todo, Audra esperaba que así fuera, no le gustaría verla sufrir. —Me iré a cambiar yo ahora, vengo en un momento—. Los chicos llegaron y cada una se fue con el que le tocaba. «La verdad es que el descaro de Ethan me sorprendía, estaba como si nada, lo deje estar de momento» pensó Audra. Estaban a medio camino, cuando notó que Audra estaba muy distante. —Pequeña, estás muy callada ¿Qué pasa?—. —¿De qué quieres que hable?—. Responde mirando a
Se queda dormida muy entrada la madrugada, pero a las 8:00 de la mañana ya estaba despierta y duchada, busca en el closet, donde tiene la ropa que casi no usa, eligió una falda corta beige, con una ligera abertura en un lado, una blusa del mismo color que dejaba la parte superior de su abdomen a la vista, unos zapatos negros muy altos, se maquillo los ojos y se puso un labial rojo, tomó su bolso y colocó unos lentes arriba de su cabeza.Tenía media mañana dando vueltas, entró a un centro comercial que frecuenta cada vez que podía, tiene una grandiosa cafetería, ella se entretiene viendo ropa, hace rato siente la sensación de estar siendo observada, sonriendo piensa que es cosa de ella, diciéndose que era genial, ahora tiene delirios de persecución, de momento gira para ir a otro aparador y se encuentra de frente con... Un hombre formidable.El desconocido:—¿Te puedo preguntar qué es lo que te hace sonreír así?—.Él también sonríe, pero a ella, su voz es fuerte, profunda.«¿De dónde s