Demetry
Una vez salgo de la hacienda y me encuentro con mi guardaespaldas de confianza, le doy indicaciones de que averigüe qué está sucediendo.
—No puedo apartarme de usted.
—Voy a estar bien. Voy a la empresa y me limitaré a estar en lugares públicos, pero necesito saber si esta llamada es un chiste o mi mujer está en peligro.
—Si confirmo que es cierto, no va a ir a ese encuentro.
—Eso lo veré después. Ahora enfócate en descubrir si es cierto que un desgraciado se atrevió a poner sus sucias manos sobre mi esposa y ni una palabra de esto a nadie. Mucho menos a mi abuelo o a Leandro.
—Sí señor.
Kira, Kira, ¿en qué líos te metes? Si es verdad, espero que saques esas garras y te defiendas mientras busco cómo ayudarte y, si no es así, espero que no sea un truco para hacerme sentir más culpable de lo que ya me siento.
Camino a la empresa, hago un par de llamadas a la ciudad, primero con Guille, que me dice que va adelantado al nuevo proyecto y a organizar todo para su boda y su traslado