Costumbre del pueblo.
LIAH
Las semanas han pasado muy rápido y los proyectos están avanzando. Me he enfocado en el plan de los Koller, porque el hombre está demente si cree que en una semana conseguirá todo lo que me pidió. No es que no pueda conseguirlo, es que es poco tiempo y eso va a costar algunos favores.
Organizo algunas cosas después de pasar toda la noche llorando por culpa de Kira y su afán de hacerme sentir menos.
«Jamás serás una mujer de verdad, eres insípida, rara y tan pálida como un fantasma. Por eso ningún hombre se fijaría en ti, en una mojigata de pueblo, manipulable, pelirroja y sin gracia, ni siquiera un mensajero muerto de hambre como Carlos. ¿No has notado que ni mis padres confían en ti para salir de esta casa sin supervisión? Eres una tonta».
Olvídalo, Liah. No piensen en bobadas, mucho menos si vienen de Kira, mejor concéntrate en el trabajo, que hay bastante.
Le escribo a Emma para que venga con urgencia y ponernos de acuerdo en las últimas presentaciones sobre todo la que presen