Demetry
Me dolía todo el cuerpo, sobre todo el orgullo y la decepción de mí mismo. ¿En me habían convertido Kira y Leandro para llegar a este punto?
—Soy un desastre, ¿y si estoy enfermo como ella?
«Sube a tu habitación. Ella se pondrá bien, solo está enferma.»
—Capaz, me estás odiando ahora. Soy un pésimo hijo. No supe cuidar de mamá y mucho menos a ti, papá.
—¿Estás consciente de que hablas en voz alta o estás delirando? —Escucho a Guille, quien no se ha apartado de mí desde… No tengo idea.
—Estoy consciente. Solo pensaba en voz alta.
—Te traje tus medicinas. El doctor dijo que en unos días la inflamación va a ceder y que debes hacerte curas. ¿Lo harás?
—Me lo has repetido tantas veces que me lo sé de memoria. No soy un niño.
—Te comportas como uno.
No necesito de esto ahora. Suficiente con lo que sucedió.
—No actúas como si fueras mi amigo, y no se me olvida que no me dijiste lo del traidor de mi hermano y esa zorra.
—Si no fuera tu amigo, no estaríamos aquí, sino en una delegación