Anne corrió hasta la estación militar, estaba desesperada.
—Señor, soy Anne Farré.
—Anne, ven conmigo.
Anne miró a Lito Morales, y fue con él, entraron a una oficina, ella estaba ansiosa.
—Lito, ¡Todo es un malentendido! Mi padre jamás pudo ser un defraudador, tú lo conoces, un estafador no es quien ayuda a ganar una guerra.
Lito tenía la mirada triste, parecía tan decepcionado.
Tomó una Tablet, y reprodujo un video, que Anne vio, sus ojos se abrieron tan grandes, se volvieron cristalinos; en el video su padre estaba en la oficina de pago de un casino de Mónaco, y pagaba con un cheque.
—No entiendo, ¿Qué es…?
—El general Farré viajó a Mónaco para recibir de un artista local un donativo para la fundación de veteranos, estaría conviviendo en la carrera de caballos, y volvería, pero, él fue a un casino en Monte Carlo, y… pagó con ese cheque.
—¡¿Qué?! —exclamó Anne tan desesperada.
—No es lo peor, Anne, es que, el cheque estaba en blanco, y al portador, se suponía que el artista