Dos años después.
Lana estaba cortando el pastel, mientras los niños iban y pedían un poco más.
Miró de lejos a Archi y a Larissa con sus gemelos que no dejaban de jugar con ellos, Archi se acercó y besó a Larissa, eran tan felices, Lana sabía que lo eran, lo veía todo el tiempo.
Luego miró a Alex y Jazmín, Alex tenía cargada a la pequeña Esmeralda de un año, era su tesoro, parecían tan felices, Alex no tenía ojos para nadie más. Lana deseaba que así fuera.
Luego miró a Anne y Felipe, estaban abrazados, besándose, mientras sus hijos jugaban con los suyos. Matías corrió con Lana, y la miró.
—Lana, ¿Yo puedo casarme con Mariana cuando sea grande?
Los ojos de Aaron se abrieron casi con terror, gritó a Felipe, y él junto a Anne se acercó a ellos.
—Escucha lo que dice Matías. Me va a dar un soponcio.
—¿Qué pasa, cariño?
—Papi, que yo me quiero casar con Mariana cuando sea grande.
Felipe se echó a reír.
—Ah, todo es muy gracioso, hasta que te dicen que Aitana se casará.
Felipe b