Damiana estaba por irse, abrió la puerta, cuando ella fue empujada con violencia.
Braulio entró apuntando con un arma, Damiana soltó un grito de terror
—¿Así que me estás engañando y dejando fuera de todo? ¡Damiana, eres una perra traidora!
Terry caminó hasta el hombre, de pronto le bajó el arma y le dobló la mano, hasta que la soltó y se la quitó, encañonándolo
—¡Deja tus estupideces! Aquí no hay amor, esto es negocio, una meta; acabar con Aaron Greene —espetó Terry con rabia
—¿Qué? ¿Así que el traidor resulto aliado?
—Aquí todos queremos algo, yo quiero el dinero de mi hermanito y Braulio también quiere el dinero, pero, además, lo odia tanto que quiere destrozarlo, ¿Verdad? —Braulio asintió
—¿Y tú qué quieres?
—No quiero dinero, ni poder, solo quiero a Lana Randle, ella es mi mujer, y Aaron Greene lamentará haber puesto sus asquerosas manos en lo que es mío.
Braulio alzó las cejas y rio burlón
—¡Vaya, Vaya! Me alegro de que cada vez Aaron tenga más enemigos, si lo que quier