Aaron tomó a Lana en sus brazos, tras ella salió Doria, gritando enloquecida al ver a su hija tan mal
—¡Dijiste que la cuidarías! —exclamó Aaron
—¡Aaron mi bebé! ¡Me duele! No dejes que nada malo le pase a mi bebé —exclamó
Aaron la llevó hasta el auto y el chofer manejó tan rápido a la clínica.
Damiana paseaba por la habitación desesperación, mientras Terry solo veía televisión, sin preocupación, ella escuchó resonar su móvil y respondió
—¿Qué es lo que pasó? ¿De verdad? —esbozó una sonrisa—. Espero que salga como lo planeamos, estaré feliz, iré para allá.
Ella colgó la llamada, Terry apagó el televisor, y se acercó a la mujer
—¿Qué fue lo que pasó?
—Lana se puso mal, parece que ha perdido al engendro.
Terry se levantó y tomó su cuello, apretándolo, dejándola sin aire
—¡Más te vale que no le pase nada a ella! —exclamó y le soltó tal golpe sobre la mejilla, que ella chilló de dolor—. Eso y más sufrirás, si algo malo le sucede a Lana. Damiana lo miró impactada, tocó su rostro y