—¡Así que, entendámonos los unos a los otros!
Aunque Mateo mantenía el rostro tenso, al menos había dejado de protestar, evidentemente había escuchado las palabras del director.
Ariana respiró aliviada, sin embargo...
Las miradas y los cuchicheos de la gente a su alrededor la incomodaban bastante.
Después de todo, su novio había montado una escena pública por otra mujer, y esa mujer era además una compañera de su misma facultad y especialidad, aunque con diferente tutor. Las circunstancias daban mucho que pensar.
Nunca faltan espectadores para un drama, y cuanto más jugoso, mayor la audiencia.
Yulia, observando a toda esta gente movilizándose y discutiendo por Lucía, soltó una risa fría: —¡Qué enfermizo!
Pensaba que era algo grave, pero al final...
¿Solo esto?
Lucía seguía viva, ¿no?
Ya la habían encontrado, ¿por qué tanto alboroto?
—Exacto —Enrique asintió inmediatamente—. Se pierde ella sola y hace que tanta gente la busque en plena madrugada. ¿Qué se cree que es? ¿Acaso todos le deb