Mundo ficciónIniciar sesiónSebastián miró a su mamá que, sentada en un sofá cercano a su cama, dormía. Estaba sola en el cuarto, David no estaba.
Intentó hablar, pero no pudo, por momentos podía hablar mal, lento y con mucha dificultad, en cambio ahora ni eso podía hacer. Después de la corta visita de Sarah, su estado empeoró, el sistema nervioso le estaba jugando malas pasadas. Sabía que ella tenía razón al rechazarlo, después de todo, él la abandonó cuando ella más lo necesitaba, la hizo sufrir prometiendo cosas que no pensaba cumplir, sólo para lastimarla, para hacerle sentir lo que él vivía día a día sin ella y con la convicción que ella era la amante de su padre. Ambos tenían culpa de esa situación. Ella por dejarse llevar por su papá y él por no olvidar el rencor que aquello le produjo, pero en ese momento todo







