Mundo ficciónIniciar sesión
―Cinco años viví siendo esclavo sexual en el internado, les gustaba el sufrimiento ajeno, el sado y yo era su juguete…
—Lo siento tanto, Nicolás, yo de verdad…―ambos lloraban abrazados.
―No fue tu culpa.
Eso fue una sorpresa para ella, hasta el momento, él la culpaba de su sufrimiento.
―Es verdad, no puedo odiarte, por más que lo desee, por más que por mucho tiempo quise que fueras tú la que sufrió esas vejaciones, después de conocerte, agradecí que tú no… ―acunó su rostro con cariño― No quiero ni imaginarme lo que hubieran hecho contigo, te hubieran convertido en una mujer sin alma, sin vida y eres bella así… tal cual.
―Nicolás… debiste buscarnos a mi mamá y a mí, ella no te hubiese abandonado, estoy segura, mi mamá era una gran mujer y estaba conscie







