Mundo ficciónIniciar sesiónDavid y Lidia estaban en la cafetería con Diego, contando lo sucedido con la visita de Sarah. Ella fue amable con Sebastián, pero ya no podía volver con él, después de tanto tiempo se había dado cuenta que no podía seguir encerrada en una relación enfermiza, como la que tenían ambos. Ella lo esperó demasiados años, rogando que la amara, soportando sus constantes idas y venidas en su vida, sus insultos, sus celos enfermizos, sus dudas, incluso hasta ahora, que creía que había matado a su padre, por lo cual estaba metida en un juicio, arriesgando pena de cárcel; si no fuera por Álvaro, estaría en prisión preventiva, ya que eso era lo que quería Sebastián para ella. Siempre quería castigarla, humillarla, parecía disfrutarlo. Y ella se cansó de todo eso. Se cansó de ser un juguete, un objeto de desecho para él. Y ya no m&







