Mundo ficciónIniciar sesiónDiego escuchaba atentamente el informe de los detectives.
—En el lugar no había huellas, lo que quiere decir que alguien las borró —le explicó el hombre—, quienquiera que lo haya hecho, hizo un muy buen trabajo. El vaso con el veneno tenía sólo las huellas del occiso.
—¿Algo que haga sospechar de quién pudo haberlo hecho?
—No, señor, quien lo hizo lo conocía y el señor Vicuña confiaba en esa persona, no hay rastros de lucha, no hay puertas forzadas, nada que nos haga dudar que, quien mató al hombre, era de toda su confianza.
Diego se quedó pensando. “De toda su confianza”.
—¿Algo más, oficial?
—La única huella que dejó fue un pañuelo de dama, se lo mostraré, venga.
El policía abrió la carpeta que tenía encima y le mostró un







