Dave lo soltó sin piedad, haciendo que Bruno cayera de bruces al suelo.
—¿Quién es ese? —murmuró alguien en la multitud.
Una explicación en voz baja se oyó al instante, y los ojos de esa persona se abrieron de par en par.
No se habían dado cuenta de que era Dave Evans, el nieto favorito de Lucas Evans y CEO del Grupo Alianza Phoenix.
¿Qué hacía él allí?
Un escalofrío recorrió el salón, como si un depredador acabara de entrar.
Los ojos de Dave se oscurecieron mientras escaneaba la habitación. Caminó con paso firme, su sola presencia imponía.
La multitud se apartó instintivamente, demasiado asustada como para hacer ruido.
Al llegar donde Bianca, descompuesta y tirada sobre el sofá, su expresión se torció brevemente por el impacto.
Dave se quitó el abrigo de inmediato y lo colocó sobre Bianca, cubriéndola de las miradas ajenas.
Le limpió con delicadeza el rostro empapado en whisky y luego la estrechó entre sus brazos, protegiéndola.
Sus puños se tensaron y todo su cuerpo emanaba fu