—Sí luché por ti, solo que en secreto. Me he estado esforzando al máximo para descubrir quién es el inversor secreto de BenTel.
—¿Ves? Habría sido bueno saberlo, al menos saber que lo intentabas.
—¿Qué clase de hombre sería si te hiciera promesas a medias? Intentarlo y hacerlo son dos cosas distintas. Después de todo lo que hice, te mereces algo mejor.
Lucía se sentó en el sofá, sumida en sus pensamientos, pero sin decir nada. ¿Por fin estaba llegando a alguna parte? Tenía que seguir adelante.
—Lucía, cariño, te quiero de vuelta. Creo que lo sabes. Mis sentimientos por ti no desaparecieron cuando dijiste que habías terminado conmigo. Todavía te amo. —Respiró hondo al sentir que la voz se le quebraba. Solo pensar en hoy, en el bebé, le dolía el corazón—. Ahora más que nunca.
Ella levantó la cabeza lentamente, con el ceño fruncido por la preocupación—. Por el bebé.
Él se sentó a su lado. —En parte sí, claro. No se pueden separar. Pero mi amor por ti existía antes de que quedaras embara