Seguramente me oyó quejarme por teléfono con mi madre antes de que no había dormido bien anoche otra vez.
—De acuerdo. Hazlo—, accedo.
—Genial. —Su sonrisa tenía un aire travieso.
¿En qué lío me he metido?
—Además de pasear por la playa, ¿tienes algún otro pasatiempo? —le pregunto. Después de haber cenado con ella la otra noche, quiero descubrir aún más sobre su vida.
—Cuando era más joven, era gimnasta y se me daba muy bien la barra de equilibrio, y aunque ya no puedo practicarla, sigo intentando ir al gimnasio varias veces por semana. No me gusta ver deportes, pero cuando empiezan los Juegos Olímpicos, los veo todos.—
Interesante.
Añade: —Me encanta ver películas de fantasía y leer novelas románticas. La novela romántica es mi género favorito—.
—¿Romantasia? ¿Qué es eso?—
—Una mezcla de romance y fantasía.—
—¿Tienen un final feliz?—, pregunto, intrigada por su afición a las novelas románticas.
—Los que yo leo sí.—
—¿Crees en los finales felices?—
—Creo que todos nos merecemos uno, s