Mundo ficciónIniciar sesiónWILLIAM
Han pasado otras cuatro semanas horriblemente dolorosas trabajando junto a Annerys, la mujer empeñada en hacerme la vida imposible y ponerme la polla lo más dura posible.
Desde su perfume embriagador hasta la forma en que se contonea con esos vestiditos ajustados que me dan ganas de arrancarle. Todas las noches me he masturbado en la ducha, pero el alivio nunca es suficiente.
Es a ella a quien anhelo, cada centímetro de ella.
Le dije que no duraría ni una semana, pero ahora que la conozco, me he dado cuenta de lo terca que es. Está aguantando el trabajo para mí, y me he visto obligado a vigilarla a cada paso, y a ver cómo cada hombre que pasa por la puerta de mi oficina, desde donde se ve su escritorio, coquetea con ella.
¿Cómo no te va a gustar? Es cautivadora y hermosa.
Eficiente.
Feliz. Lo cual me irrita porque apenas es capaz de sonreírme, pero con los d







