— Hemos perdido todo rastro de James Campbell — Le informa un hombre a Andrés, que al escuchar aquello se coloca de pie.
— No puede ser que el maldito infeliz sea cobarde y se esté escondiendo de nosotros.
— Lo dudo señor, pero está metido en algún asunto que está acaparando toda la atención del señor Campbell.
— Trae a Dalia aquí — Ordena Andrés, el subordinado obedece y sale para ir en busca de Dalia, unos minutos después la mujer entra en la Oficina claramente Andrés se percata de que Dalia se veía más pálida qué días anteriores — ¿Qué ocurre contigo? — Pregunta Andrés acercándose a la mujer.
— Yo, yo estoy embarazada — al momento en que Andrés escucha las palabras de Dalia siente como un escalofrío recorre todo su cuerpo fulminando con la mirada a la mujer que tenía por delante de él.
— ¿Qué acabas de decir? — ya estaban a escasos centímetros del otro.
— Estoy esperando un hijo tuyo — dice ella con la voz temblorosa temerosa de lo que aquella información puede ocasionar, Andrés Pa