Alice condujo de regreso a la ciudad, con la vista puesta en el camino, pero su mente perdida en sus pensamientos sobre todo lo que estaba sucediendo. Aunque tenía el apoyo de los Colman y su familia, sentía que había quedado totalmente sola.
Dalton iba rumbo a Turquía y Malek también se iba con él, los únicos dos hombres dispuestos a luchar por ella se habían marchado y ahora todo lo que seguí estaba en sus manos. El futuro de Monroe´s Company, la custodia de Samuel y la reputación de Dalton.
Alice suspiró profundamente, intentando ahogar la sensación de desasosiego que la invadía. Las luces de la ciudad comenzaban a aparecer en el horizonte, un recordatorio de la vida que le esperaba y las responsabilidades que debía afrontar. Su teléfono vibró en el asiento del copiloto, sacándola de su ensimismamiento. Era un mensaje de Dalton:
“Te amo, preciosa. Prometo que regresaré pronto”
Alice sonrió con tristeza, mientras se le salían las lágrimas. Agradecía mucho tenerlo en su vida a pesar d