Antes de que Dalton pudiera reaccionar, Damián se abalanzó sobre él, y comenzaron a forcejear. Dalton luchó con todas sus fuerzas, pero Damián era implacable. El ruido de la pelea alertó a Malek, quien corrió hacia la parte trasera del avión.
—¡¿Pero qué carajos?! —Gritó Malek, lanzándose al enfrentamiento.
La lucha continuó, con gritos y sonidos de golpes resonando en la cabina. Damián parecía tener la ventaja, pero Malek y Dalton luchaban con una determinación feroz. La situación era desesperada, y sabían que tenían que detener a Damián antes de que fuera demasiado tarde.
Finalmente, con un esfuerzo combinado, lograron inmovilizar a Damián. Malek respiraba con dificultad, pero su mirada era firme.
—No vas a salirte con la tuya, Damián. —Dijo Malek, su voz llena de determinación.
Damián, exhausto y derrotado, miró a Dalton y Malek con una mezcla de odio y resignación.
—Esto no ha terminado. —Dijo Damián, su voz un susurro.
De repente, un sonido metálico resonó en la cabina cuando el