Acuerdo sexual
Dalton y Alice se quedaron en la puerta, mirando cómo el coche de la trabajadora social se alejaba con Samuel. La casa, que momentos antes estaba llena de risas y alegría, ahora se sentía vacía y fría.
—No puedo creer que esto esté pasando. —Dijo Alice, con la voz quebrada.
Dalton la abrazó con fuerza, tratando de consolarla, aunque él mismo se sentía devastado.
—Vamos a recuperarlo, Alice. No dejaré que Jennifer se salga con la suya. Hablaremos con nuestro abogado mañana mismo y haremos todo lo posible para que Samuel vuelva a casa.
Alice asintió, secándose las lágrimas. Sabía que Dalton tenía razón, pero el miedo y la incertidumbre la abrumaban.
Esa noche, ninguno de los dos pudo dormir. Pasaron horas hablando sobre los próximos pasos, revisando documentos y buscando cualquier información que pudiera ayudarles en la batalla legal que se avecinaba.
A la mañana siguiente, se dirigieron a la oficina de su abogado, el señor Cooper un hombre de mediana edad con una reputa