055. SOLO TÚ
AMALIA
Tomo su rostro y lo beso enamorada por tantas alegrías que este hombre trae a mi vida.
— No me des las gracias aún, dije que lo iba a ayudar, pero todo tiene un precio en esta vida, mi querida Luna – su voz ronca se vierte caliente en mi oído.
— ¿Qué… qué precio? – pregunto nerviosa y a la vez con expectativas.
Mi vientre cosquilleando y mi braga se humedece al sentir sus manos recorrer mis nalgas. Siento el duro bulto bajo ellas, comenzar a crecer y despertar.
Adoro la manera en la que me hace sentir tan especial. Nunca pensé que le podría gustar a un hombre como Ajax.
— Desnúdate y te quiero en cuatro sobre el escritorio, ¿no me traías la merienda? Pues pienso comérmela entera.
Chupa mi cuello y gimo excitada, me levanto y voy a abrirme los botones del jean, mientras él toma un control remoto y baja las cortinas del despacho.
A pesar de la poca luz, sus ojos lobunos amarillos brillan, observando cada uno de mis movimientos y sé que solo placer me espera a continuación.
Este