MESES DESPUÉS.
Mientras me preparaba para acostarme, sentí como un líquido bajaba por mis piernas, yo salí casi corriendo a la puerta de mi habitación.
— ¡Papiiiii! — Grite con fuerza.
Mi madre salió de su habitación y corrió a mi.
— ¿Que pasa? — Me preguntó.
Yo le sonríe.
— He reventado fuente — Le dije.
Mi mamá entro a mi habitación y empezó a buscar las cosas que nos llevaríamos al hospital.
— ¡Papi! — Volví a gritar.
Mi padre apareció de la nada y me miró con preocupación.
— Ya es hora — Le dije emocionada.
Mi papá no sabía dónde mirar, o que decir, se veía aún más emocionado que yo.
— Florence que tanto haces, ven rápido que Clau va a terminar pariendo aquí — Apuro papá a mi madre.
— Ayúdame con esto y deja de molestar — Le contesto ella.
Papá a regañadientes fue a ayudar a mamá, yo me busque algo de ropa cómoda y me la puse.
— vámonos ya — Nos apuro papá.
El viaje al hospital fue un torbellino de emociones. Mire por la ventanilla y las luces de la ciudad parpadeaban, era como si