Cuando Claudine se fue, yo fui a la oficina de Darcy, me senté frente a él y lo quedé mirando.
— Quiero que compres un bolso — Le dije.
Darcy que estaba trabajando me miró.
— ¿Que? — Me preguntó.
— Un bolso Mini Kelly de Hermes — Le dije.
Darcy empezó a reír.
— esos bolsos prácticamente te compran a ti — Me dijo.
Yo arrugue el entrecejo sin comprender.
— ¿Quien te pidió comprar uno? ¿tu padre para tu futura esposa? — Me preguntó.
— Es más fácil comprar un caballo pura sangre que uno de esos bolsos, mejor regálale un perro, así no se sentirá sola cuando tú te vayas a trabajar — Me dijo.
— Me estás cabreando Darcy — Le advertí.
— Lo digo enserio, para adquirir uno tienes que estar en una lista de espera, Y si estás de suerte te venden uno, por qué si no eres digno para llevar la marca no te lo van a vender — Me dijo.
Yo respiré hondo, Claudine me las iba a pagar por esta broma de mal gusto.
— ¿No se puede conseguir de otra manera? — Le pregunté.
Él quedo pensativo por unos segundos y de