Sabía que ella estaba feliz, que esa cita le había hecho olvidarse de todo, pero también sabía que los problemas no se solucionaban solos, y pronto la realidad la golpearía. Aun así, pensaba estar ahí para ella, para ayudarla a estar bien, no iba a irme a ninguna parte.
Tengo que admitir, que no conocer los detalles de lo ocurrido me estaba matando. Pero … por primera vez en mi vida quería ser paciente, no forzar las cosas. Por ella.
Escucharla reír me hacía bien.
Cuando habló de pasar la noche conmigo, me imaginé algo diferente. Pero… allí estábamos, en mi cama, con ella tumbada sobre mí, mientras yo la