Luego de un rato, llegó Caleb.
Pidieron su comida y disfrutaron del buen ambiente. Se conocieron un poco más entre sí.
Day les contó que tenía una hermosa pequeñita, que era el motor de su vida y daba todo por ella.
Kelly tenía dos hermosuras, las princesas de papá, pero él no sabía que ya ella había hecho un contrato de matrimonio para un par de hermanos de México. Bueno, esto último solo era una broma entre las locas lectoras de Day.
Kelly había pedido tres strawberry cider, le habían parecido deliciosos y ya la tenían bastante alegre. Day había probado la variedad de cervezas y también estaba, como ella decía… “chispitas”.
El concierto estaba por comenzar. Tocaría una banda local de rock.
No se habían dado cuenta de que el lugar ya estaba lleno. El espacio que había para bailar estaba casi a tope, y ya no estaban dejando entrar a nadie más.
Al parecer, la banda gustaba, se daban cuenta por la euforia de los que ahí gritaban y pedían que ya saliera.
Comenzó a escucharse el sonido de