Últimamente Claus solía irse temprano del trabajo para regresar a casa y cenar con Estrella. Pero esa noche cuando llegó, no vio a Estrella por ningún lado.
Claus llamó al mayordomo y preguntó:
—Mayordomo, ¿dónde está la señorita?
El mayordomo negó con la cabeza y dijo:
—Señor, no lo sé. La señorita no ha vuelto esta noche.
Claus frunció el ceño y decidió llamar a Estrella.
Estrella estaba riendo y bromeando con Matthew cuando su teléfono, que estaba en la mesa, sonó. Ella lo miró. Era Claus.
Al ver que la expresión de Estrella había cambiado, Matthew preguntó:
—¿Qué pasa? ¿Quién llama?
Estrella negó con la cabeza y dijo:
—Voy a atender la llamada en otro lugar.
Matthew asintió con la cabeza.
Estrella fue al baño y contestó.
Claus se sintió aliviado al ver que la llamada fue respondida. Temía que algo le hubiera sucedido a Estrella.
—¿Dónde estás? —preguntó Claus. Su tono reflejaba preocupación, algo que ni él mismo notaba.
Al escuchar su voz, Estrella recordó que no le había dic