JULIA RODRÍGUEZ
—No tuviste que hacer eso —susurró Matthew antes de tomarme en brazos y comenzar a subir las escaleras.
—Tú eres quien no debe de cargarme cada vez que me acerco a las escaleras —refunfuñé, pero no peleé, sabía que era inútil intentar que me soltara.
—¿Matt? —escuchamos la voz rota de Sharon, entonces Matthew terminó de subir las escaleras y me dejó con delicadeza antes de voltear hacia ella. Parecía triste y vulnerable, con los ojos enrojecidos por llorar—. Me iré para no seguir incomodando a July. No quiero causar más problemas.
¡Ahí estaba la perra manipuladora que conocía tan bien! Causando más lá