Zuamleli
El amor entre Amanda Montero y Vittorino había comenzado con la fuerza de un torbellino de pasión, pero con el tiempo, las sombras se interpusieron entre ellos. Durante tres años compartieron un matrimonio que, aunque construido sobre el amor, terminó consumido por la duda, la desconfianza y las mentiras sembradas con veneno.
Alejandra Ballardo, ahijada de Alice madre de Vittorino, nunca aceptó a Amanda. Celos, envidia y una obsesión malsana la llevaron a envenenar la relación con sus palabras. Alejandra con su astucia casi siempre lograba vencer las barreras de Vittorino con quien mantenía una cierta relación, que para Vittorino no pasaba de ser algo sin importancia, pare él era solo sexo trivial. Día tras día, Alejandra le susurraba a Amanda que su esposo nunca la había amado, que su matrimonio no era más que una simple responsabilidad por el hijo que esperaban. Mandi intentó resistir, Vittorino no quiso creer en las palabras de Amanda sobre la conducta de Alejandra.. El amor se convirtió en frustración, el hogar en un campo de batalla silencioso. Hasta que un día, Amanda no pudo más. Se marchó de Italia, llevándose consigo lo único que realmente importaba: su hijo.Eso no lo perdono Vitto, deseaba ver crecer a su hijo junto a él, compartir su día a día.Ahora las palabras mal intencionadas de Alejandra las pronunciaba para el niño. Alejandra no quería al padre y al hijo juntos.Hoy día,el recuerdo de Vitto aún afectaba a Amanda, ella prefería la situación actual cada uno con su vida. En la vida de Amanda estaba Fram, se concedió esa oportunidad de sentir y compartir algo junto a un hombre respetuoso, gentil y cariñoso. Ella no soportaría de nuevo a Vitto en su vida restando la paz, la tranquilidad que Fram le daba a ellos.