Capítulo 1 Narra Ariadna...Ya me había acostumbrado a estar sola, para la manada yo era como un mal bicho que preferían mantener a la distancia.El bosque estaba húmedo por la lluvia de la noche anterior. Caminaba con la canasta en la mano recogiendo raíces, hierbas y lo poco que quedaba del huerto para preparar la receta favorita de papá.Lo hacía intentando pasar desapercibida, no me gustaba que nadie me viera. En esta manada, verme era como encontrarse con el demonio más abominable.Una loba se me acercó, y me lanzó una piedra que golpeó en la espalda.—¡Asesina! —gritó—. ¡Tú lo mataste! ¡Eres una maldita! ¡Deberías estar muerta!Sentí el cuerpo helado, no contesté, no valía la pena, ya estaba acostumbrada a los insultos de todos.Bajé la cabeza y dejé que me insultara hasta cansarse. Cuando se fue, camine de regreso a casa, yo no tenía derecho a defenderme, ella y la manada tenían razón, todo era mi culpa.Regresé a la casa de mi padre, el Alfa de Carmesí. No entré por la puerta
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