POV Ángela Donovan.Cinco minutos para salvar a veinte mujeres o verlas morir en el fuego cruzado.Estaba parada frente al búnker de Ostia con cincuenta Flores de Loto detrás de mí, todas armadas, todas furiosas, todas listas para morir si era necesario. Bruno estaba a mi derecha, con esa expresión que no había visto en veinte años, la del asesino que había sido antes de retirarse. Draco a mi izquierda, calculando ángulos de entrada, rutas de escape, probabilidades de supervivencia. Y mis hijas, Gisel, Emma y Sofía, estaban detrás, contra mis órdenes directas de quedarse en el hotel.Me había volteado hace dos minutos y las había visto bajar de uno de los vehículos, armadas, con chalecos antibalas que les quedaban demasiado grandes pero que se negaban a quitarse. Gisel al frente, con esos ojos que eran míos pero con una dureza que me recordaba demasiado a Bruno.—Les dije que se quedaran —había dicho, mi voz saliendo más cansada que furiosa.—Y nosotras te dijimos que no —respondió Gi
Leer más