POV Aleksei Volkov.
La iglesia quedó en silencio después de que todos salieron. Solo ella y yo. Gisel Donovan.
La mujer que había destruido mi cordura. La mujer que sostenía un arma apuntando a mi corazón. La mujer que debería matarme, pero no lo hacía. Porque a pesar de todo el odio en sus ojos, había algo más. Algo que ni ella misma quería admitir. Dudas. Preguntas sin respuesta. La necesidad de entender por qué había hecho lo que hice.
Y yo... yo necesitaba que lo entendiera.
Aunque eso significara mi muerte.
—Baja el arma —dije despacio, las manos todavía en los bolsillos, sin hacer ningún movimiento amenazante.
—Dame una razón —respondió ella, la voz firme pero con un temblor casi imperceptible.
—Porque si me matas aquí, nunca sabrás la verdad. Y eso te perseguirá el resto de tu vida.
Gisel frunció el ceño.
—Ya sé la verdad. Me violaste. Me secuestraste. Eres un monstruo.
—Sí —admití sin dudar—. Pero también soy el hombre que no te mató cuando pudo. El hombre que te cuidó cuando