Marco había ordenado el registro de la propiedad mientras limpiaba la herida de Luciana.— Deberíamos irnos ya, hay algo que no me da buena espina, todo está en calma, demasiado para mi gusto — Verónica dijo, sin quitarle la vista de encima a la chimenea, Luciana hacia como si no la mirara, pero no le quitaba el ojo de encima.— Creo que deberías ir con los demás a ver si encuentran algo, yo me quedaré un rato aquí, ella necesita atención — Marco le dijo indicándole la salida.— ¡Eres un estúpido! Ella está fingiendo, ¡Cualquiera puede verlo! — Verónica casi ladró — Hazme caso y llévala a uno de os autos blindados, si él la quiere, vendrá por ella.— ¡Silencio! Esta es mi operación, y tu solo estás aquí como asesora de Greco, y parte de la fiscalía, no interfieras con mis órdenes, ni con el trabajo que tengo que hacer, ve con los demás, tendrá una hora para hacer reconocimientos, y al final nos veremos aquí para salir de viaje a Roma, es todo, verónica — Mirándola fijamente con actitu
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