Los días se van pasando lentamente, la relación entre Mateo y Hera se va volviendo cada vez más estrecha. Contrario al carácter voluble y bastante serio de Hera, esta le permite al hombre que pueda adularla, mandarle mensajes románticos, también ha recibido detalles como flores, peluches, chocolates.Y cada uno de ellos han terminado en la basura, pero eso él no lo sabe.—Cuando te mande chocolates, al menos deberías dármelos a mí —le dice Alina.—Si tanto te gustan, puedo comprarte una fábrica completa solo para ti, pero de él yo no quiero nada.—Nada material, porque hay otra cosa de él que se te gusta, ¿o me equivoco?—Sí, te equivocas mucho. Además, que su cuerpo no es el mismo de antes —trata de decirle como si no le importara, pero lo cierto es que como sea Mateo la provoca igual que
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