Elliot se encontraba caminando de un lado a otro completamente desnudo, orgulloso y con un aura de haber conseguido cada una de sus metas y propósitos.— Seré un alfa implacable, asesinaré a cada uno de los que tenga siquiera un pensamiento de traicionarme, sin embargo, en este momento el poder me rodea.Alena simplemente se mantiene en silencio tratando de olvidar cada una de las sensaciones de asco, horror y desesperación que la envolvían.“no puede romperme, no voy a dejarlo ganar, Randolf vendrápor mí debo resistir hasta que lo haga” piensa decidida. Se negaba a dejar que la hubiera destruida llorando desesperada.— Con Randolf muerto y con mi cachorro creciendo en tu vientre, absolutamente nadie podrá detenerme.Pero eso fue lo último que estuvo dispuesta a tolerar.— ¡Eres un bastardo!— grita Alena desesperada, al mismo tiempo que cae en la rabia de lo que acababa de hacerle, — y nada de lo que hagas eliminará eso de tu sangre… Eres y siempre serás un maldito bastardo. El

“No puede ser! piensa ella al instante que baja la mirada y observa que su piel se encuentra completamente uniforme, sin rastro alguno de la enfermedad que la aqueja por completo.“ Estoy a salvo, estoy a salvo, Randolf, no quiero lastimarte, me encargaré de resolverlo” piensa ella al mismo tiempo que Randolf ruge aceptando finalmente que su luna se encuentra completa y a salvo.En ese momento Randolf baja los labios y la besa de una manera sutil, delicada, aunque con una necesidad impregnada por hacerla sentir segura y suya.Alena se deja llevar, extiende sus brazos para rodear finalmente el ancho cuerpo de su alfa y en ese momento en el que siente que un suspiro va a salir acompañado de su alma, Randolf detiene el beso y un rugido completamente amenazante sale de su garganta.En ese momento el alfa la coloca detrás de él y del otro lado se encuentra un tronco de pino protegiéndola.En ese momento un lobo se arroja contra él y el alfa responde de manera increíble.Alena observa una l

Alena se mantiene en silencio, pero al haber abierto solo un poco la blusa para que el brujo Agneo le viera el avance de su enfermedad, trata de ocultar de nuevo bajo las telas su secreto, pero Randolf se lanza a ella, deteniéndola.— No, espera—dice él y siente las manos temblorosas de su luna en el momento en el que ella se siente expuestaRandolf observa con sus propios ojos una telaraña enorme rodeando todo el costado, el vientre, hasta llegar a una de las piernas de Alena.Era como un enorme tatuaje.— ¿Qué es esto?Agneo se queda en silencio, pero Randolf parece que va a estallar.— ¡¿Qué es esto?!— Grita Randolf, furioso.— ¿Por eso te estabas ocultando de mí? Incluso de noche…Alena se queda en silencio.Sin embargo, su rabia no va dirigida hacia su Luna.Es directamente lanzada hacia el brujo Agneo.— ¿Qué tiene? Él se mantiene callado mirando a su Luna en busca de aprobación. Ella, resignada, asiente con la cabeza en silencio.— Alfa… Después del envenenamiento con el extra

Luz se encuentra observando el brillo en los ojos de Dionisio y una calides que la envuelve.— ¿Me curé? ¿Mi loba ya puede estar a tu lado? ¿Ya nos aceptas?— Cuestiona ella al mismo tiempo que trata de localizar la voz de su loba, pero no consigue encontrarla.— Luz, tu loba…— dice él al mismo tiempo que acerca su mano para tomar la de ella y consolarla.— ha muerto.— ¿Cómo?— Cuestiona Luz al mismo tiempo que comienza a jadear buscando en todas partes a alguien que le negara esa horrible realidad pero estaban solos.Las paredes del lugar parece que se arrojan sobre ella casi al punto de aplastarla sin compasión.— ¿Eso quiere decir que ahora soy solo una humana? ¿Jamás podré transformarme? ¿Jamás?— Dice ella, envuelta en el dolor, queriedndo que todo fuera una horrorosa mentira.Dionisio observa la desesperacion que atraviesa completamente a Luz, pero no está dispuesto a mentirle y solo niega con la cabeza.El lugar es inundado por jadeos desesperados de parte de luz.No sólo había

Alena abre los ojos despertando a un nuevo día y al buscar a Randolf encuentra la cama completamente sola y fría. — ¿Pero dónde fue?En ese instante la puerta se abre y Randolf entra con la mirada decidida y una pequeña hoja doblada en sus manos, levantándola a un lado de su cabeza—Tengo la manera de ir, cariño ahora podemos entrar a la manada Niebla Eterna… En ese instante Alena se sienta de manera contundente, completamente despierta— ¿De qué hablas Randolf? ¿Qué quieres decir? ¿Cómo podrías entrar a una manada si no es con un ejército?—Tenemos pase libre.En ese momento Randolf se acerca a ella sentándose a su costado y le entrega la hoja.—Mira, es una invitación de los reyes —dice con desdén —de la manada Niebla Eterna para festejar la media luna y reafirmar y crear nuevas alianzas.Alena abre los ojos desconcertada. — ¿Media luna? ¿En serio quieren festejar estos seis meses que han estado en el reinado? ¿Pero por qué invitarte a ti? Ahora no son aliados. Al eliminar el ac