Capítulo 116.
En el momento en el que Alena llega a la habitación, a pequeña habitación, donde Luz estaba siendo cuidada por una omega.
Al verlos llegar ella solo se inclina y sale de ahí…
Luz se estaba retorciendo de manera desesperada, intercambiando su forma a medias entre loba y humana.
— Quiero ayudarla— dice Dio, al mismo tiempo que se inclina para detener el cuerpo de Luz.
— No— Agneo lo detiene tomándolo de un brazo.— No, esta es una lucha que sólo a ella le corresponde.
Un olor a canela comienza a inundar el lugar, calido y fuerte, una escencia densa y picante al mismo tiempo.
Todos observan la dolorosa lucha que Luz está llevando en contra de su lado salvaje, hasta que cae inconsciente con su forma lobuna.
— ¿Ganó? ¿Qué pasa?— Cuestiona Dionisio con el alma en las manos. Había estado observando cada uno de los movimientos y cada uno de los avances de ella.
El latido del corazion de Dio era un tambor resonando acelerado.
Sin embargo, no entendía absolutamente nada de lo que estaba pa