El sol se filtraba suavemente entre las cortinas del dormitorio, proyectando haces dorados sobre las sábanas arrugadas y el desorden leve de la noche anterior. En el baño, el vapor llenaba el aire con un calor húmedo y reconfortante.El sonido del agua cayendo era constante, hipnótico, casi un susurro.Nathan y Logan estaban bajo la ducha, desnudos, envueltos en esa intimidad que solo el amor genuino puede sostener sin palabras. El cuerpo de Nathan, más alto, se inclinaba ligeramente hacia él, mientras con movimientos lentos y delicados vertía el champú en sus manos y lo esparcía por el cabello de Logan.—Cierra los ojos —dijo Nathan en voz baja, con esa calma protectora que lo caracterizaba.Logan obedeció, dejando que sus manos fuertes y cuidadosas se deslizaran entre sus mechones mojados.El contacto era casi sagrado. Nathan masajeaba su cuero cabelludo con movimientos pausados, firmes, y cada tanto dejaba un beso en la frente, en la mejilla, en el cuello.El vapor hacía brillar su
Leer más