—¿Sabes? Por un momento deseé que ya no estuvieras aquí cuando regresara.Habíamos ido a hacer compras y volvíamos a la casa en la SUV cuando dijiste eso. Sonreíste de costado, asintiendo para vos mismo.—Deseaba que hubieras decidido irte, para no ser yo el que se fuera. Lo vi con tanta claridad. —Hiciste una pausa, como si lo recordaras—. Habría vuelto para descubrir que te habías ido. Y esta noche, o mañana, habría regresado solo a la ciudad. Y en un par de días habría ido a verte. —Suspiraste sin dejar de sonreír—. Te imagine abriéndome la puerta e invitándome a pasar. Tan amable, tan correcta, tan cortés. Yo me disculparía porque las cosas no habían resultado como esperábamos, y te ofrecería cancelar el contrato de la gira, para no obligarte a pasar seis o siete semanas trabajando conmigo tantas horas por días. Y tú aceptarías. Hasta sonreirías, demasiado orgullosa para mostrar tu dolor. Y nos habríamos despedido con un último abrazo, tal vez incluso un último bes
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