Todo el camino, Liliana iba ida, no miraba a nadie, no porque fingiera, en esta ocasión, ella realmente iba pensando en cómo hacer para salir de ahí.- Señorita, llegamos al tocador, ¿Necesita ayuda? -pregunto la chica con fingido interés.- ¿Eh? ¡No! Yo puedo sola… -Respondió Liliana, incómoda ante la situación.Liliana entró al baño, llevaba un bolso vació, en realidad solo lo había tomado por costumbre, pero no tenía nada dentro. La joven se sentó en el retrete y por un momento se dijo a sí misma.- ¡Tranquila, Liliana! ¡Tranquila! Ya los conoces a todos, nada de esto debería sorprenderte. Ahora piensa con claridad, piensa que vas a hacer… ¡Piensa! ¡Piensa! -decía en voz baja.Por azar del destino, su mente pensó en algo, Liliana sonrió, conocía perfectamente bien el momento en el que todos estarían distraídos y nadie pondría ojos en lo que ella hiciera.Ya había vivido estas cosas en el pasado, solo que en esta ocasión, la diferencia es que Gabriel, Frida y Darla estaban en casa.-
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