Capítulo 33 Aquella tarde, el ambiente en el comedor de la mansión era de un silencio espeso. El reloj de pared marcaba poco después de las cinco. Desde la cocina se percibía, tenue, el aroma de la comida recién hecha. Alicia permanecía de pie junto a la mesa, con un vestido sencillo color crema. En su rostro se dibujaba una sonrisa forzada, pretendiendo ternura. Sobre la mesa reposaba un plato de arroz frito con trozos de pollo y un cuenco de sopa clara. Alicia había dispuesto todo con cuidado, como si quisiera demostrar una atención sincera. —Aurora, cariño, ven a comer. Mamá te ha preparado tu comida favorita. Mira, arroz frito con pollo. Te encantará, ¿verdad? —la llamó con voz suave, intentando sonar cálida. Aurora bajó las escaleras arrastrando los pies, con aire desganado. Llevaba el cabello despeinado y un muñeco apretado en la mano. Al ver la mesa, sus ojos se entrecerraron. —Eso no es mi comida favorita. No me gusta —respondió con sequedad. Alicia se quedó helada un in
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