~Lira~Y, oh, Dios mío. Oh, mi jodido Dios. La forma en que dijo eso. Juro que casi me desmayo. Creo que de hecho dejé de respirar por un segundo porque en el instante en que esas dos palabras salieron de su boca, todo mi cuerpo se tensó como si intentara atrapar el sonido dentro de mí.—Ya voy.Eso fue lo que dijo. Solo eso. Sin dudar, sin emoción, solo esas dos palabras como una orden, una promesa y un castigo, todo en uno, y santo cielo, mi alma entera se partió por la mitad y dejó que la inmundicia se derramara.Mi centro palpitó como si lo reclamara que pensé que podría gritar de nuevo. Mis bragas ya estaban empapadas y ahora se sentían como una bofetada húmeda contra mi centro, y mis pezones todavía me dolían por lo fría que estaba la lluvia y lo caliente que todavía se sentía mi cuerpo, y mis piernas eran inútiles a estas alturas, ya ni siquiera me sostenían, solo temblaban y se apretaban como si tal vez pudiera frotarme contra mi propia piel y tener otro orgasmo antes de que él
Leer más