—¿Qué tengo que hacer? —pregunté sin pensar mucho los riesgos, después de todo, nada podía ser peor a todo lo que ya había enfrentado.—Entonces ya capté tu atención. —Menciono burlón.—Solo habla.—No es tan simple, señorita Morana. En caso de aceptar, necesito completa confidencialidad, y no solo de palabra. Deberá de firmar varios papeles donde jura ante la ley y en nombre de su nación que nada de lo que se le informara debe ser revelado al público.—¿Y que si lo revelo? ¿Otro problema legal más?—No, la matarán. —la frialdad en su voz fue tanta que un escalofrío me recorrió.Iba en serio, muy en serio.—¿Leah sabe de esto?—Tu amiga no debe saber de esto. Es algo entre nosotros. —a medida que hablaba solo me hacía pensar que en verdad deseaba una clase de servicio especial, era inevitable pensar más allá de algo casual.Pero más allá de eso solo pensaba en si realmente valía la pena el meterme en todos esos problemas solo por... No, no puedo decir que es "algo de dinero", es mucho
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