SamuelNo me ushtan los gritos.Mi nani nunca me grita, ella me regaña, pero no me grita. Y ahora puedo oír que Juli está gritando mucho y no me ushta.Me levanto del suelo y camino hacia dónde nani está, quielo que venga. Y quiero que Juli se vaya.Me asomo con cuidado hacia donde escucho los gritos y siento que me duele el pecho cuándo veo como Julian arroja un… un flolelo a nani. Un grito se forma en mi garganta pelo no sale, ¡No sé por qué no sale!El cuerpo me tiembla mucho y quielo llorar ¡Pelo los plincipes no lloran! ¿O si?Entonces veo el rostro asustado de nani cuándo dice:—¿Qué haces? ¡Estás enfermo! ¿Julian está enfermo? ¿Pol eso glita? No lo sé, pero quiero que se aleje de mi nani, no quielo que la lastime.—Nani..— mi voz finalmente sale y veo como mi nani de inmediato me mira, quiero decirle que venga conmigo.Pero ella me mila… me mila de esa forma seria como cuándo quiere que haga algo y me dice:—Ve a tu cuarto, mi amor. Puedes tomar el celular de mami, ¿De acuerdo?

Cap 34CatalinaTodo esto es surrealista.No escucho la voz de Iván, no al principio. Solo el eco de mis propios latidos martillando en mis oídos. Mis manos siguen aferradas al borde del lavamanos, y siento la mirada de Gabriel sobre mí como un ancla que me impide desmoronarme.Su cercanía, la forma en que me mira y la pregunta en sus ojos, sé lo que quiere que le diga y por primera vez quiero hacerlo.Quiero que lo sepa, pero estoy tan asustada.Hasta hace solo minutos Julian era el hombre perfecto, el que me ayudó a sanar, estuvo conmigo, Quién creí que amaba a mi hijo y de repente se convirtió en un monstruo… ¿Quién me dice que no voy a equivocarme de nuevo?Que este Gabriel de ahora, el que está curando mis heridas y cuidando a mi hijo no es pasajero y que apenas lo sepa va a hacer todo para quitarmelo.Siento que estoy por enloquecer.—Chicos, tienen que salir, la policía ha llegado.La frase finalmente se cuela entre mis pensamientos y, por un segundo, no entiendo lo que signific

GabrielTal vez estar aquí no sea mi movimiento más acertado, tal vez intentar respuestas en Julian sea arriesgado, pero ahora mismo es lo mejor que tengo y pienso agarrarme de cualquier cosa que me pueda dar un poco de claridad en todo esto.Me cruzo de brazos y lo miro fijo.Julián está contra la pared, la respiración entrecortada, los ojos moviéndose rápido como si buscara una salida. Pero no la hay. No esta vez.Aquí no está mi madre para ayudarlo, para darle la solución al desastre que ha hecho, ni tampoco mi padre para quedarse callado cuándo debió haber dicho algo.Aquí solo está él y su falta de huevos para enfrentar desiciones y dar la cara por sus m4lditas acciones.—Solamente voy a decir esto una vez, Julian: Habla.Él traga saliva. Suelta una risa que intenta ser desafiante, pero le tiembla la voz. Sé que está nervioso, siempre ha sido un cobarde, uno que no entiende de responsabilidades.Y es ahí cuándo no entiendo cómo es que ha podido estar con Catalina por años, cuándo

CatalinaLas cosas sin Julian en casa han sido…extrañas. Y aunque en un principio creí que Samuel iba a preguntar por él, pues a pesar de todo es la figura paterna que ha conocido, no ha hecho ningún comentario al respecto en los días que han pasado.Y yo… bueno, yo aún sigo asimilando cómo me siento al respecto sobre el hecho de que ya no estoy comprometida.Lo único bueno es que ya no me siento mal por reunirme con Gabriel y hablar sobre nuestra búsqueda del saboteador, que es justo lo que estábamos haciendo ahora, pero entonces todo fue de mal a peor.Primero él preguntando si lo engañé con Julian.Luego diciendo que Julian insinuó que sí fue así.Y entonces cuándo estoy a punto de confesar la verdad sobre Samuel, cae sobre mí el peso de lo que parece que he olvidado.—Mira nada más… Con razón no contestas el teléfono.Siento como todo mi cuerpo se paraliza cuando al girarme me quedo viendo de frente a Emma, la prometida de Gabriel.Ella aunque está sonriendo, tiene grabada la furia

GabrielHay cosas que consiguen ponerme de mal humor con mucha rapidez, y el hecho de que me despierten cuándo estoy descansado es una de ellas.Una de las principales, por eso cuándo el celular sonó en mi mesita de noche mi primer impulso fue ignorarlo, pero el m4ldito aparato parecía que no estaba dispuesto a parar y por eso lo tomé viendo el remitente.Hasta ahí llego mi mal genio, porque ver ese nombre en la pantalla hizo que la rabia se convirtiera en algo más… algo como preocupación.Y es que recibir una llamada de Catalina a las 2 de la mañana ya es de por si algo extraño, pero escuchar que esta esté borracha del otro lado de la línea es totalmente algo que no me espero.Y habría podido burlarme o hacer cualquier comentario a costa de ella de no haber sido por la voz del tipo que se ha colado en la llamada intentando coquetear y la forma ingenua e inocente en que ella ha reaccionado, cómo si no supiera que el mundo esta lleno de hijos de put4 dispuestos a aprovecharse de esa ing