Junqueira empujaba a Alessandro hacia la oficina y las lágrimas corrían por mi cara. Tan pronto como salieron de la habitación, el pomo de la puerta se movió levemente y entró Matías, haciéndonos una señal para que guardáramos silencio.- Señora, perdóneme. – Matías habló suavemente. – No sé cómo entró, pero lo averiguaremos. Por favor, suban las escaleras en silencio, sin hacer ruido y cuiden a los niños. Mis hombres te protegerán. La policía ya está en camino.- Alessandro, Matías. Él va a matar a Alessandro. – Estaba desesperada.-Te prometo que no lo haré. Pero por favor, necesito que se mantengan a salvo. No volveré a fallar. – Matías me ayudó a levantarme.-No fue tu culpa, Matías. –La niñera que estaba bajo la vigilancia de Junqueira cuando llegué a la habitación habló en voz baja. – Perdóname, Catarina, pero me puso la pistola en la cabeza cuando salía de casa y se escondió en el asiento trasero de mi auto. Perdóname, ¡debí dejar que me matara!- ¡De ninguna manera! No tenías

“Junqueira”¡Ya llevo un mes en este infierno! ¿Cómo fue que las cosas salieron tan mal? ¡Tenía un plan perfecto! Le robé millones a esa empresa durante años, pero cuando llegó el momento de asestar el golpe fatal, todo salió mal. Es culpa de esa mujercita. Catarina se cruzó en mi camino la noche en que murieron los padres de Alessandro. Él también debería haber muerto, pero estaba con ese idiota. A partir de esa noche las cosas empezaron a ir mal.Ahora estoy aquí, arrojado a este sucio y apestoso infierno. Y ni siquiera pude matar a ese estúpido Alessandro. Le disparé y antes de poder apretar el gatillo por segunda vez, me alcanzó en la pierna. En el hospital, el médico explicó que la bala se fragmentó y destruyó las terminaciones nerviosas y la vascularización de la zona, imposibilitando la reconstrucción, por lo que me amputaron toda la pierna, casi a la altura de la ingle, imposibilitando la colocación de una prótesis. Ahora dependo de estas malditas muletas para caminar.Después

Estaba trabajando desde casa y extrañaba mucho la oficina. Pero tampoco quería dejar a mis hijos todo el día. A media tarde, mi marido me llamó.-Hola mamá! – dijo alegremente, sujetándose la barbilla con un dedo en la cara, con esa postura que me encantaba.-Hola papi! ¿Me extrañaste? – Jugué con él.- ¡Lo siento todo el tiempo! – suspiró Alessandro. – Ángel mío, ¿salimos a cenar hoy? Sólo tú y yo.- Hmm, qué invitación tan inesperada. ¿A qué se debe?-El hecho de que quiero pasar tiempo a solas con mi hermosa esposa.- ¡Me gusta eso!- ¿Eso es un sí?-Eso es un "definitivamente". – Sonreí a la pantalla de la tableta.- ¡Bien por mí! – Alessandro dio una hermosa sonrisa de lado. – Nos vemos esta noche, mi ángel.Alessandro me llevó a cenar a un restaurante hermoso y muy agradable. Cuando pidió el postre, le pidió al camarero que le preparara el plato para ir a traer también la cuenta.- Postre para llevar, ¿eh? – Jugué con mi marido.-Ha pasado mucho tiempo desde que compartimos una

PAREJA 2 – EL PLAYBOY CALIENTE Y LA VENDEDORA SEXYCapítulo 1: El playboy sexy“Heitor Martínez”Era jueves por la noche y estaba sentado en el bar del Social Club con mis amigos Alessandro Mellendez y Patrício Guzman. Estábamos conversando y me acordé de preguntarle a Alessandro sobre la chica que nominé para reemplazar a Mariana como su asesora.- Alessandro, ¿entrevistaste a la chica que te mencioné? – Le pregunté a mi amigo.- Eso depende de Mari, Heitor. Mañana hará una entrevista virtual con la niña. Pero, por lo que sé, ya has visto su currículum, has hablado con Aldo Lascuran y estás muy impresionado. Creo que la contratará. – Alessandro, serio como siempre, me respondió sin darme detalles.-Tengo curiosidad. Otávio dijo que ella es muy competente. – comenté.-Por lo que dijo Mari, sí. – confirmó Alessandro.- ¿Y Mari no te contó cómo es? Mari debe haber visto al menos una foto suya, al menos en su currículum… – insistí.- Heitor, la apariencia de mis empleados no es important

“Samantha”Como trabajé ayer hasta que la tienda cerró, estaba muy cansado, a pesar de que hoy es lunes. Necesito otro trabajo, uno que tenga un horario más decente y que no me ocupe los fines de semana. Trabajar en una tienda de un centro comercial era muy agotador. Pero yo acababa de graduarme en administración de empresas y esa era mi única experiencia, así que encontrar otro trabajo no fue fácil.Las comisiones en realidad eran bastante buenas, la tienda era muy chic y todo allí era caro, vendía bien, tenía algunos clientes fieles, pero se me hizo muy difícil seguir trabajando aquí, junto con Cibele, después de que la pillé haciéndole una mamada a mi entonces novio en la parte trasera de la tienda, y ella tenía el apoyo de las otras dos vendedoras, lo que hacía aún más insoportable el ambiente.¡Fue la situación más humillante de mi vida! Salí rápidamente de la tienda para comprar algo de comer para no tener que cocinar al llegar a casa, ya que mi madre estaba de viaje esa semana.