"Héctor"
Ya no sé qué hacer para convencer a Samantha de que me perdone. Ha pasado mucho tiempo... ¿Dónde estaba mi cabeza cuando caí en la trampa de esa peste de Isabella? Pero tengo que encontrar una manera, no puedo olvidar a Samantha.
La conocí ayer en casa de Meléndez. ¡Ella es aún más hermosa! Pero ni siquiera me dio la oportunidad de hablar con ella. Cuando yo llegué ella pronto se fue. Ha sido así últimamente, cada vez que nos encontramos ella se retrae y ni siquiera me escucha.
-Martínez, ¡despierta! ¡Estoy hablando contigo! – Melissa chasqueó los dedos delante de mi cara.
- Oh, lo siento, Melissa, estaba distraído. –dije, acomodando mi postura en la silla.
Estábamos en mi oficina y Melissa me estaba informando sobre una reunión importante en la que le había pedido que me representara el día anterior. Estuve demasiado ausente durante días y no pude concentrarme en el trabajo.
-Mira, Martínez, si no puedes con el partido no salgas a jugar. O retomas las riendas de la empresa o