Capítulo 82. Más secretos
Ella no dijo nada y Johan salió del departamento sin decir más. Eva lo observó desde el marco de la puerta, con el corazón latiendo con fuerza. Quiso llamarlo, quiso detenerlo, pero se obligó a permanecer inmóvil, a dejar que decidiera. Él no se detuvo. Bajó la mirada y se marchó con paso firme, llevándose consigo un silencio que pesaba más que cualquier reproche.La puerta se cerró, y con ella, la sensación de vacío se hizo insoportable. Eva permaneció ahí, inmóvil, en el umbral, preguntándose si debía dejarlo ir. Tal vez era lo mejor. Tal vez no había otra salida que permitir que la distancia los protegiera de un desastre mayor. Pero al pensarlo, una punzada le atravesó el pecho. Johan podía creer que ella jugaba con él, que se burlaba de sus sentimientos o que lo utilizaba como un escape pasajero. Si dejaba que se marchara con esa idea, era cómo permitir que su silencio construyera un malentendido tan parecido al que había destruido a Darren y Leiah.—No —susurró, casi sin darse cu
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