Al día siguiente me desperté muy temprano aunque aún estaba temerosa del hombre que estaba durmiendo a mi lado, me fui a levantar de la cama pero unos fuertes brazos volvieron a tumbar mi cuerpo en la cama colocandose Mario encima de mi cuerpo.—-- No creo que ____ me tapo la boca con una de sus manos.—- sHH, calla o te escucharan — me dijoMario beso el principio de mis pechos, subió hasta mi boca besándome con pasión, mientras sus manos acariciaban mi sexo metiendo sus dedos dentro de mi, jugando su pulgar con mi clitoris haciendome dar un grito sordo de placer. — Debes dejarme hacerte el amor por donde mas placer me de, lo firmastes en el contrato asi que preparate que te voy a quitar la virginidad, me gusta hacer que disfrutes aún más — me dijo.—- No porfavor Mario, por ese lugar me va a doler mucho, no quiero — le dije cayendo una lagrima por mi mejilla.Mario giro mi cuerpo poniendome boca abajo, saco algo de la mesita, se echo liquido en sus manos dandome un suave masaje por

Al día siguiente cuando desperté, me fui al cuarto de baño para asearme volviendo después al dormitorio viendo a Mario ya despierto dándome cuenta de que él había dormido con tan solo los boxer. Me quede mirandolo ya que estaba hablando por el movil y no se dio cuenta, viendo y disfrutando de la musculatura que tenía su torso y de su espalda perfecta, viendo un viril vello color castaño y fina que se le formaba hasta su ombligo perdiéndose por dentro de su boxer. Cuando se dio cuenta de que estaba mirandolo, sonrio marchandome del dormitorio avergonzada, porque sabía que con solo su mirada mi cuerpo empezaba a temblar como la gelatina, mis pechos y pezones se ponian duros y mi cuerpo dejaba de obedecer a mi razón. Deseaba con locura a Mario, queria disfrutar de sus besos y de sus caricias, pero me me quise negar cuando el me pidio tener sexo conmigo. Recordaba aquellos difíciles meses de embarazo, abandonandome a quien más necesitaba en aquel momento más difícil, diciéndome el padre d

Mario deslizó su mano por debajo del jersey que yo llevaba, acariciandome el costado de mi cuerpo, subiendo la mano hacia uno de mis pechos, acariciando la forma de mi pezón con sus dedos haciendo que mi cuerpo se tensara en ese momento apartandome de él, mirandome Mario extrañado.—- ¿Qué te pasa? desde la otra noche que estoy deseando volver a tenerte en mis brazos, por favor no te vayas, ya se que te dije que hasta la noche de bodas no te tocaría, pero no puedo resistir cuando te tengo a mi lado —- me dijo.—- Ya lo sé, pero me has dicho que no me ibas a tocar y me estas excitando por momentos — le respondí.—- Keira, siento excitación cuando te beso, te toco o te acaricio, te dije y lo mantengo que para mi aun es pronto que tengamos un hijo juntos, entonces dime una cosa ¿por qué me tienes miedo? —- pregunto.—- Mario por favor, espera hasta que nos casemos por favor —- le suplique.—- No Keira, no te voy a dejar que te marches hasta que me expliques que te pasa — me dijo cogiendo

La mujer también abrazó a Mario palmeando su espalda como si estuviera orgullosa de él, o como lo haría una madre. Me pude dar cuenta de cuánto apreciaban los dos a Mario como si fuesen de la misma familia, besándole él en la mejilla a aquella mujer respondiendo también a su abrazo. Gracias a ese matrimonio pude conseguir despejarme un poco, quitarme las preocupaciones y el estrés que me produjo Mario con sus palabras, marchandonos al fondo de la sala la mujer y yo para hablar de cosas de mujeres, contándome ella que eran padres de dos hijos casi de la misma edad que mi hijo y que casi todos los fines de semana se reúnen para que los tres niños jugaran tanto en su casa como en la de Mario. Mario me fue presentando a cada invitado que se iba acercando a nosotros, hasta que la esposa del anfitrión me cogió del brazo separandonos así Mario y yo, fijandome cuando podía en mi futuro esposo, ya que parecía algo tímido cuando le hablaban los demás hombres de negocio, dado que el solo se exp

Mario se fue de mi dormitorio, tumbandome yo en la cama temiendo a que volviera a aparecer, mientras escuchaba correr el agua de la ducha del dormitorio de Mario. Sabía que él no deseaba ser cruel conmigo pues quedaba poco para nuestra boda y yo era suya desde el mismo momento en que firme los documentos en su despacho.Tumbada en mi cama, me sentí irritada conmigo misma, pues sabía que yo también lo deseaba desde aquella noche en la casa de sus padres. Me limpie las lagrimas que caían acariciando mi mejilla, dado que me deje engañar por la asistente de mi futuro esposo al pensar que ella era más mujer y más guapa que yo, sabiendo que esa mujer parecía que no iba a permitir dejar a Mario si ella quería seguir follando con el. Mas estúpida me creí al dejar que me besara pues sus besos eran como un antídoto para mi, ya que me había gustado demasiado sus besos sintiéndome vulnerable y pérdida al sentir aquel placer que había dado Mario esa noche. Pase mala noche al pensar en cómo me iba