Al día siguiente cuando desperté, me fui al cuarto de baño para asearme volviendo después al dormitorio viendo a Mario ya despierto dándome cuenta de que él había dormido con tan solo los boxer. Me quede mirandolo ya que estaba hablando por el movil y no se dio cuenta, viendo y disfrutando de la musculatura que tenía su torso y de su espalda perfecta, viendo un viril vello color castaño y fina que se le formaba hasta su ombligo perdiéndose por dentro de su boxer. Cuando se dio cuenta de que estaba mirandolo, sonrio marchandome del dormitorio avergonzada, porque sabía que con solo su mirada mi cuerpo empezaba a temblar como la gelatina, mis pechos y pezones se ponian duros y mi cuerpo dejaba de obedecer a mi razón. Deseaba con locura a Mario, queria disfrutar de sus besos y de sus caricias, pero me me quise negar cuando el me pidio tener sexo conmigo. Recordaba aquellos difíciles meses de embarazo, abandonandome a quien más necesitaba en aquel momento más difícil, diciéndome el padre d